lunes, 25 de febrero de 2008


El sonido de la guitarra es simple, y pasajero... pero es eterno en la memoria de quien lo escucha. Una melodía se vuelve en memoria cuando emana de una guitarra.
La guitarra es el origen de la serenata, y las serenatas son las madres del amor inquieto. Por alguna razón, las melodías de las guitarras nos recuerdan un poquito de todo. Nos hacen placenteros los atardeceres, nos regalan recuerdos de mañanas infinitas, nos acogen en el seno de la Luna, nos unen con el infinito.
Eso pasa cuando oyes una guitarra... ¿qué es tocarla? .... es adueñarnos de todos esos sentimientos.

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