miércoles, 21 de julio de 2010

Hay un silencio querido en cada melodía que pronuncias. Un espacio de calma, de estabilidad, de risa, que me provoca vivir. Y aún así... aún así me quedo añorando una zozobra... hasta que vuelve. Y cuando llega, se dibuja una enramada de pájaros que tiñen los sueños de cordura. Así como el silencio.

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