Se acerca al oído,a la garganta,
al aire,
consume tiempo,espacio,
ruido,
disimula sus pocas respuestas viscerales, emprende con obsesión el artefacto de la mentira.
Se regodea de malos pensamientos.
Y entonces, con la necedad de que la luz es solo un señuelo, respondes:
"Prefiero que no".